sábado, 20 de septiembre de 2025

SEPTIEMBRE 25

 

 


2 ou 3 choses que je sais d'elle
(1967)
 
Jean-Luc Godard

 

 

 

¿Puede la memoria abolir la mediación constituida por las ilusiones y distorsiones de nuestro yo de otro tiempo, para alcanzar las "cosas" (las "cosas en sí")? La conclusión recuerda, con una variante amargamente irónica, la falsa confianza inicial: "Todo lo que he escrito hasta aquí me sirve para comprender que de aquella mañana no recuerdo ya casi nada.



 

Y mi miedo actual es que apenas se perfila un recuerdo, reciba de pronto una luz equivocada, artificial, sentimental, como lo son siempre la guerra y la juventud, y se convierta en un trozo de relato en el estilo de entonces, que no pueda decirnos cómo eran realmente las cosas sino sólo cómo creíamos verlas y decirlas.



 

Hay alguna gente que de buena fe se imagina que un documento puede ser una expresión de la realidad. ... Como si un documento pudiese expresar algo distinto de si mismo. Un documento es un hecho. La batalla otro hecho (infinidad de otros hechos). Los dos no pueden ser uno. ... El hombre que trabaja es un hecho. Y el hombre que narra es otro hecho. ...Todo testimonio responde solamente de sí mismo; del momento propio, del propio origen, del propio fin, y de nada más. ... Todas las críticas que hacemos a la historia llevan implícitas el concepto de la verdadera historia, de la realidad absoluta. Es necesario afrontar la cuestión de la memoria; no en su sentido de olvido, si no en el de recuerdo. Existencia de las cosas en sí.



 

El lector, a estas alturas, se habrá dado cuenta de que esto no es un tratado de química: mi presunción no aspira a tanto, ma voix est foible, et même un peu profane. No es siquiera una autobiografía, tan sólo en los límites parciales y simbólicos en que es autobiografía cualquier escrito, cualquier obra humana: pero historia a pesar de todo. Es, o hubiese querido ser, una microhistoria, la historia de un oficio y de sus gajes, sus victorias y miserias, que cada uno desea contar cuando nota la proximidad del final de la propia carrera, y el arte deja de ser eterno.






 

-¿Exactamente qué queréis saber?
-Lo que piensas de la historia universal en general y de la
historia general en particular. Te escucho.
-Estoy bastante cansado -dijo el capellán.
-Ya descansarás más tarde. Ahora, cuéntame, este Concilio de
Basilea, jes historia universal?
-Pues sí: es historia universal en general.
-¿Y mis pequeños cañones?
-Historia general en particular.
-¿Y el matrimonio de mis hijas?

-Desgraciadamente historia événementielle. Microhistoria a lo
sumo.
-¿Historia qué? -gritó el Duque de Auge-. ¿Qué demonios
de lenguaje es éste? ¿Qué día es hoy? ¿Pentecostés?
-Le ruego me disculpe, señor. Ya ve, son los efectos del
cansancio.













Extractos del texto Microhistoria: dos o tres cosas que sé de ella (1994) de Carlo Ginzburg.

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