El almuerzo desnudo
(1991)
David Cronenberg
Sólo hay una cosa de la que puede escribir un escritor: lo que está ante sus sentidos en el momento de escribir... Soy un aparato para grabar... No pretendo imponer «relato», «argumento», «continuidad»... En la medida en que consigo un registro Directo de ciertas áreas del proceso psíquico, quizá desempeñe una función concreta... No pretendo entretener...
—Eso era el año de la fiebre bovina, cuando se moría todo, hasta las hienas... Así que allí estaba yo, en las fuentes del Culodemono, y sin una gota de vaselina. Cuando llegó por paracaídas mi gratitud fue indescriptible. Por cierto, que hasta ahora no se lo había contado a ningún bicho viviente... plagas esquivas... —su voz resuena a través del vasto vestíbulo vacío de un hotel estilo 1890, terciopelos rojos, plantas, de caucho, dorados y estatuas—. Fui el único blanco iniciado en la infame Sociedad Agouti, que presenció y participó en sus ritos innombrables.
El tiempo salta como una máquina de escribir estropeada, los chicos ya son viejos, caderas jóvenes estremeciéndose y retorciéndose con espasmos juveniles se ensanchan y ablandan, asentadas en la taza de un retrete, un banco del parque, un muro de piedra bajo el sol de España, la cama hundida de una habitación amueblada (fuera, casas baratas de ladrillos rojos, luz diáfana del sol de invierno)... retorciéndose y temblando en ropa interior sucia, buscándose una droga en el amanecer enfermo sin droga, en un café moro murmurando y babándose—, los árabes susurran Medyub y se escabullen.
Paul decía más de lo que sabía, es realmente un mal bicho, al hablar de los hombres que se acuestan con hombres y hacen cosas inconvenientes. Inconvenientes es la palabra. Quién quiere pasar por una pija camino de un coño, y cuando un individuo está salido con muchas ganas de tirarse a una zorra, aparece de inmediato un perverso desconocido y le hace cosas inconvenientes en el culo.
«Posesión», lo llaman... A veces una entidad se mete en el cuerpo —perfiles vacilantes en amarilla mermelada de naranja— y las manos se mueven para destripar a la puta que pasa o para estrangular al feto con la esperanza de aliviar la escasez crónica de viviendas. Como si yo estuviera normalmente allí, pero sujeto a perder la cabeza de vez en cuando... ¡Falso! ¡Nunca estoy aquí... ! Algo que nunca posee totalmente, pero de alguna manera está en situación de impedir movimientos imprudentes... Patrullar es, de hecho, mi ocupación principal... Por severas que sean las medidas de Seguridad, siempre estoy Afuera, en algún sitio, dando órdenes y Dentro de esta camisa de fuerza de mermelada que cede y se deforma, pero que se rehace siempre antes de cada movimiento, pensamiento, impulso, marcado por el sello de la inspección ajena...
A. J. había adulterado el agua y metido una raíz sudamericana que convierte las encías en puré. (Oigo hablar de esa planta a un viejo buscador de minas alemán que se está muriendo de uremia en Pasto, Colombia. Se cree que crece en la región de Putumayo. Nunca localizó ninguna. No la buscó demasiado... El mismo individuo habla de un bicho parecido a un saltamontes grande que se llama xiucutil:
—Es un afrodisíaco tan potente que si se te posa uno encima y no puedes encontrar una mujer inmediatamente, te mueres. He visto a los indios correr de un lado a otro para escapar al contacto de ese animal.
—Es un afrodisíaco tan potente que si se te posa uno encima y no puedes encontrar una mujer inmediatamente, te mueres. He visto a los indios correr de un lado a otro para escapar al contacto de ese animal.
Puedes meterte en EL ALMUERZO DESNUDO en cualquier punto de intersección... He escrito muchos prefacios. Atrofian y amputan lo espontáneo como se amputa el dedo pequeño del pie en una enfermedad del África Occidental limitada a la raza negra y la rubia que pasa exhibe su tobillo de bronce cuando un dedo con la manicura hecha salta por la terraza del club, recuperado y puesto a tus pies por un Lebrel Afgano...
EL ALMUERZO DESNUDO es una heliografía, un Manual de Bricolaje... Lascivias de negros insectos se abren en vastos paisajes de otros planetas... Conceptos abstractos, desnudos como fórmulas algebraicas, reducidos a estiércol negro o a un par de cojones envejecidos...
Manual de Bricolaje que extiende los planos de la experiencia al abrir la puerta al final de una gran sala... Puertas que sólo se abren en Silencio... EL ALMUERZO DESNUDO exige Silencio al Lector. Por lo demás, éste se toma el pulso...
EL ALMUERZO DESNUDO es una heliografía, un Manual de Bricolaje... Lascivias de negros insectos se abren en vastos paisajes de otros planetas... Conceptos abstractos, desnudos como fórmulas algebraicas, reducidos a estiércol negro o a un par de cojones envejecidos...
Manual de Bricolaje que extiende los planos de la experiencia al abrir la puerta al final de una gran sala... Puertas que sólo se abren en Silencio... EL ALMUERZO DESNUDO exige Silencio al Lector. Por lo demás, éste se toma el pulso...
Los escritores hablan del dulce olor enfermizo de la muerte, cuando cualquier yonqui puede asegurar que la muerte no tiene olor... y al mismo tiempo un olor que corta la respiración y olería a través de las circunvoluciones color rosa y los carnales filtros de sangre seca... el olor a muerte es inequívocamente un olor y ausencia total de olor... la ausencia de olor hiere el olfato primero porque toda vida orgánica tiene olor... se siente la suspensión del olor como los ojos sienten la oscuridad, los oídos el silencio, el sentido del equilibrio y el de localización, la tensión y la falta de peso...
Yo, William Seward, capitán de este metro lleno de fumadores de hash, voy a domar al monstruo del lago Ness con una inyección de rotenone y voy a hacer un rodeo a la ballena blanca. Reduciré a Satanás a la Obediencia Automática, y sublimaré a los perversos subsidiarios. Desterraré al candirú de vuestras piscinas y promulgaré una bula acerca del Control de Nacimientos Inmaculados...
No hay comentarios:
Publicar un comentario