domingo, 20 de mayo de 2012


KILLER OF SHEEP 
(1979)

Charles Burnett





A veces la libertad sólo se encuentra entre los escombros y concretamente, en los lugares más abandonados y diminutos, tan invisibles, tan polvo, tan jauría como los átomos; átomos rodeados de basura jugando a ser espíritus.
Las canciones se llenan de cosas verdaderas cuando las canta la soledad intentando sentirse bella, aunque sólo sea una tarde, para ir a bailar; al cantar, las almas se llenan de lo que nadie puede hablar, pero ocurre otra cosa, en estos lugares tan pequeños, tan sin nadie, tan olvidados y es que los paraísos se quedan muy lejos, tanto que sólo parecen quedar los cuerpos de carne y hueso como si fuesen la nada y ni siquiera acariciarlos parece llamar la atención del consuelo.
Sólo las canciones salvan del infierno, porque el silencio de los humildes es el ruido más aterrador, la tormenta más salvaje, sólo las palabras calladas son las cicatrices eternas y son el momento en que los rostros hablan y dejan a un lado todo lo demás, a pesar de que todo lo demás simplemente sea degollar cuellos para no ganarse la vida.




This bitter earth

Well, what fruit it bears
What good is love
Mmmm that no one shares
And if my life is like the dust
Oooh that hides the glow of a rose
What good am I
Heaven only knows

Lord, this bitter earth
Yes, can be so cold
Today you're young
Too soon, you're old
But while a voice within me cries
I'm sure someone may answer my callAnd this bitter earth

Ooooo may not


Oh be so bitter after all



No hay comentarios:

Publicar un comentario